Sabemos que entrenando en el gimnasio una de las lesiones más comunes, por ejercicios como la sentadilla, el peso muerto o simplemente mover una mancuerna con una técnica poco adecuada, nos puede dejar fuera de nuestra rutina por un mes o hasta más. Sin embargo, es en el día a día y con las acciones más cotidianas que nuestra espalda poco a poco empieza a lesionarse y esto a corto y largo plazo nos pasará factura.

Es por esto que en esta ocasión te dejaremos algunos consejos que te recomendamos seguir para que puedas evitar lesiones crónicas de espalda a corto y largo plazo. ¡Qué lo disfrutes!

Manos a la obra. No dejes pasar más tiempo e implementa estos 10 sencillos pero efectivos consejos en tu día a día.

Mantén una postura correcta.

En los períodos de asueto, podemos estar más pendientes de crear hábitos posturales saludables, tanto durmiendo, de pie o sentados. Esto es fundamental para prevenir los dolores de espalda. Posturas inadecuadas pueden tensionar el sistema óseo y muscular de la espalda.

Evita la ropa ajustada y los tacones altos.

Es más fácil usar ropa cómoda durante las vacaciones. La falta de compromisos sociales favorece el uso de calzado poco elevado. Estos dos hechos en conjunto evitan la adopción de malas posturas.

No levantes pesos excesivos.

Determinadas malas costumbres son más sencillas de evitar durante tiempos de descanso. Coger a un niño a toda prisa para dejarlo en la guardería, o bajar la compra del supermercado muy cargados, pueden y deben evitarse.

Corrige tu sobrepeso.

La sudoración provocada por el calor, consumir mayor proporción de frutas y verduras frescas (más apetecibles en estas fechas) y la facilidad para llevar una vida menos sedentaria, pueden llevarnos a perder peso durante las vacaciones. El sobrepeso prolongado en el tiempo puede provocar que los músculos y huesos de la espalda se tensionen y llegue el dolor de espalda.

Haz ejercicios de estiramiento.

Aprovecha el descanso del verano para ello. Haz planes que favorezcan caminar un rato cada hora. Asimismo, adopta la postura ergonómica que las situaciones de estrés laboral no siempre permiten.

Practica deporte de forma moderada.

La rigidez del cuerpo se puede evitar con la práctica de ejercicio. Con 10 minutos al día basta para prevenir el dolor de espalda y fortalecer los músculos, siempre y cuando no se practique en plena crisis de lumbalgia.

Acudir a un especialista.

Es frecuente que aplacemos nuestra decisión de acudir al doctor “para la vuelta de vacaciones”. No pasa nada por decidirse de una vez y mejorar su calidad de vida.

En caso de lesión.

Si el afectado es alguno de los músculos de la espalda por habernos excedido con el deporte o habernos hecho daño por alguna causa, coloque una bolsa de hielo para aliviar el dolor. El verano es la mejor época para no sentir molestias ante el cambio de temperatura de la piel.

Evite la automedicación.

El hecho de no estar cerca de nuestro médico habitual puede llevarnos a caer en la tentación de tomar determinados fármacos, como el paracetamol o anti-inflamatorios y así disfrutar más de nuestros días de descanso.

Busque un buen centro.

Existen centros donde enseñan al paciente con dolores lumbares a controlar su dolor mediante la actividad física. Ya no es recomendable si sus molestias son crónicas y superan el año de duración.

Así que ya lo sabes, si buscas mantener una espalda libre de lesiones no dejes de seguir nuestro decálogo. ¿Te fue de utilidad esta información? ¡Háznoslo saber en los comentarios! Recuerda que tu opinión es muy importante para nosotros.

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